EL FILTRO DE LA FANTASIA

Hace años me encontré con un antiguo compañero de colegio y pupitre y recordando momentos estelares de nuestra vida conjunta mi compañero me reveló: « lo que mas recuerdo de ti es que te pasaste todo el curso dibujando en tu cuaderno a King Kong encima de una montaña, una y otra vez». Yo no recuerdo para nada esta acción (aunque sin embargo recuerdo perfectamente el día que ví la versión de King Kong de J. Guillermin en el cine Savoy de Madrid) pero si creo que probablemente ese momento fue el principio de dos facetas importantes en mi vida: mi decadencia estudiantil y mi pasión por la fantasía.

Uno llega a amar la fantasía a través de muchos caminos. El mío llegó a través de una necesidad de evasión de la realidad provocada por una operación grave que sufrí a la edad de cuatro años. Supongo que la realidad empezó a parecerme una verdadera mierda a edad muy temprana y, por comparativa, la ficción me pareció un un buen lugar en el que acogerme. El entendimiento de la realidad a través de la ficción se convirtió para mí en algo vital por muchas razones pero especialmente por una: porque era el filtro que yo necesitaba para entender lo que ocurría a mi alrededor.

Así, a través de los libros y de muchas,muchas películas, fuí desarrollando mis filtros como niño,adolescente y adulto para poder entender. Lamentablemente, en el proceso no puedes dejar de comparar. Lo he hecho toda mi vida y lo sigo haciendo a día de hoy.

Y sigo sin entender por qué mi barrio no se parece a Bedford Falls......
O por qué cuando abro el grifo del agua caliente para lavar los platos, hay mucho menos vapor del que tenía Elliott cuando miraba hacia las estrellas.....
...No sé por qué no he tenido la necesidad de hacer una gigantesca montaña con puré de patatas encima de la mesa del salón.....
....Ni tampoco por qué nunca he visto un Delorean pasando por la calle a 140km/h.......