KNOWING

De nuevo, los traductores de películas de este pais se esfuerzan y nos sorprenden haciendo todo lo posible para que nadie vaya a ver esta película al crear un título anodino y vulgar que consigue que el espectador distraido piense que está ante un ejemplo más de ese tipo de películas con titulo parecido que no interesan a nadie.

No es el caso en absoluto.

"Knowing" es el último trabajo de Alex Proyas, un director que tiene legión de seguidores por "Dark city" y que se mueve bastante mejor fuera de los estudios aunque sea en proyectos de bastante envergadura (como es el caso de "Knowing") que dentro de ellos (como es el caso de "Yo, Robot").
"Knowing" es una de esas películas en las que "los arboles puede que no te dejen ver el bosque", es decir, a priori cuenta con una serie de elementos que pueden hacer que la rechazes, como por ejemplo y a tenor de sus ultimos trabajos, la presencia de Nicolas Cage en el papel principal, o que sus imágenes de promoción incidan en vender que estamos ante una nueva película de catástrofes, acercando la película a otros olvidables ejemplos recientes como "Ultimatum a la tierra" o "El Día de mañana".

Pero lo cierto es que "Knowing" está en las antípodas de ese tipo de cine como lo está también su director. Alex Proyas se esfuerza en hacer con su historia un discurso entretenido pero a la vez inteligente, planteando una historia que es contada desde la perspectiva de un hombre medio, espectador de los eventos que están por ocurrir y en los que no puede infuir. De esta manera, Proyas construye una inquietante película con secuencias verdaderamente escalofriantes (no en un sentido fantástico sino mas bien por hiperealista) y se encarga de no hacer demasiadas concesiones al cine comercial de turno (aunque por desgracia, las tiene) consiguiendo que te quedes bien pegado a la butaca durante toda la proyección.

¿Hay un destino fijado para todos nosotros o vivimos con libre albedrío? ¿Somos importantes en el conjunto del universo o tan solo un accidente de la naturaleza?. Con estas premisas , Proyas se esfuerza en construir una película que pueda responder a eso, usando para ello una estupenda mezcla de realidad y fantasía.

No quiero hablar en este post de su resolución (para no destripar al que todavía quiera verla) que cinematográficamente me pareció acojonante pero que contiene elementos que a muchos les va a molestar u ofender, pero que a mi me pareció que tenía mucho sentido, además de una bellísima carga de simbología.

Tengo la sensación de que esta película llega veinticinco años tarde a las salas. Si se hubiese rodado en los ochenta, seguro que estaría en muchas estanterías de colección. En la mía,desde luego, lo estará.