Lucas se retira, "hastiado y decepcionado" ante la horda de críticos en contra de sus "fechorías". Busca, según dice, volver a ese cine experimental del comienzo de su carrera. Similar toma de decisiones que su amigo Coppola.
Reconozco que al ejército de cabreados con Lucas no les falta ni un ápice de razón. Yo también he llegado a cansarme de ver como la saga original se reeditaba tres mil veces con ajustes mínimos y en muchos casos absurdos y que no solo no aportaban nada sino que finalmente restaban calidad al conjunto.
Pero al César lo que es del César.
Si tienes entre treintaymuchos y cuarentaypocos entonces perteneces a la generación de personas que creció con el fenómeno. Quisieras o no. Pero si estás leyendo este blog es porque no te importó lo más mínimo hacer cola durante horas, días o incluso obligar a tus padres a que comprasen en la reventa para ver "La guerra de las galaxias". Porque sabías que lo que allí te esperaba era pura magia, una concentración de energía que rara vez se daba. Y los que tuvimos la fortuna de vivir ese momento, lo vivimos sabiendo que a muchos de nosotros nos cambiaría la forma de ver el cine para siempre, y por que no, la vida misma.
Pues ese César se llama George Lucas. Y este hombre fué el creador de una de esas películas que empuja el cine hacia adelante y que, junto con otros cineastas de su generación, cambió el sistema en Hollywood.
En los años 70, los estudios luchaban para recuperar la audiencia, luchando desesperadamente contra la usurpación de la televisión . Los productores,confiando en marcar la diferencia, habían entregado el poder a un grupo de directores/autores a los que les importaba muy poco la audiencia. Por otro lado, el cine comercial había entrado en dique seco por el agotamiento de ideas y la repetición en subgéneros como eran las películas de desastres. En medio de este caldo de cultivo, en la única brecha posible, el el momento y lugar adecuados, hombres como Spielberg y Lucas colocaron películas como "Tiburón" y "La guerra de las galaxias". Y lo revolucionaron todo.
Con "La guerra de las galaxias", Lucas nos trajo de vuelta el sabor por la aventura clásica, plagada de buenos y malos, así, a secas, y nos trajo también el amor por el cine por entregas, el serial, con personajes maravillosos, sin aristas, con los que el espectador establecía una empatía inmediata. Todo el cine de Lucas se ha basado en la sencillez de sus planteamientos, con personajes de una sola cara, y siempre,siempre, con una clara intención: el amor por la aventura clásica.
Hoy vivimos en un mundo mucho más cínico. "La guerra de las galaxias" nació mucho antes de que Reagan se apropiase del nombre, las torres gemelas cayeran o de que descubriéramos que ni el dinero ni el poder están en nuestros gobiernos,sino en estamentos mucho más tenebrosos.Hoy día, el término "inocente" o "sencillo" está en revisión. No interesa. Hoy, cualquier videojuego contiene más violencia y aristas que todo el cine de Lucas junto. Y eso, por fuerza, te acaba excluyendo.
Por eso, no puedo dejar de entristecerme ante la noticia de su retirada. Es probable que no sea más que una estrategia comercial más. Es probable que incluso sea mentira. Pero a mí, me parece que Lucas simplemente abandona un mundo que no le interesa y al que no interesa. Lucas es un hombre de otra época, un Howard Hughes actualizado, con una lista de errores enorme, pero también con unos aciertos eternos.
No puedo dejar de pensar en cuanto nos gusta a los humanos eso de crear ídolos…..para posteriormente derribarlos.
Ante las demoledoras críticas de su última producción, "Red Tails", en las que se le acusa una vez más de simplón e inocente, Lucas ha decidido congelarse en carbonita, a la espera, ojalá, de tiempos mejores.
A los que, en otros tiempos se os erizaba el vello cuando veíais este logo de arriba, os recomiendo encarecidamente la lectura del artículo dedicado a Lucas publicado por el New York Times. os dejo el enlace y que la fuerza os acompañe:
http://www.nytimes.com/2012/01/22/magazine/george-lucas-red-tails.html?pagewanted=1&_r=2
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