LAS FUERZAS COMBINADAS

Ultimamente tengo muy poco tiempo libre y aunque mi ritmo habitual de consumo de películas es alto esté ocupado o no, me está costando mucho ponerme al día con las películas y series que me interesan. La verdad es que si lo pienso, me doy cuenta de que es altamente improbable, mas bien imposible, que llegue nunca a ponerme al día, pero no por la cantidad de trabajo, sino por mi necesidad creciente, nunca menguante de ver más y más películas y desde hace un tiempo, más y más series.

El caso es que esta semana he visto dos películas que, si bien no me gustan demasiado y en el caso de una de ellas, prácticamente nada, he encontrado un elemento común entre las dos que me parece merece la pena resaltar: el maquillaje.

El maquillaje de caracterización es uno de los elementos más interesantes contenidos en la fabricación de una película, porque sirve al propósito de hacer algo muy complejo que es hacer creíble un personaje. Como prácticamente todos los elementos que componen la fabricación de una película, el éxito de un maquillaje forma parte de un montón de fuerzas combinadas. Un maquillaje no es nada si no puedes ver al actor que hay debajo, es decir, si no dejas visible la interpretación y fundamental, la expresividad de sus ojos. Tampoco un buen maquillaje llega a buen puerto si no has elegido para este una buena fotografía, es decir, si no has dejado caer bien las luces y (sobre todo) las sombras sobre él que permitan potenciar y hacer creíble y verdadero lo falso. Por último, un buen maquillaje no funcionará nunca, si no has sabido encuadrar con la cámara sus virtudes y ocultar sus posibles defectos.


"El topo (Tinker, taylor,soldier,soy)" y "La dama de hierro (The iron lady)" son películas desiguales y, en mi opinión, ambas fallidas, la primera por defecto y la segunda por exceso pero ambas son buenos ejemplos de lo que antes he comentado. Ambas contienen un actor/actriz excelente con un maquillaje insuperable aunque desgraciadamente, el resultado final es muy desigual por "las fuerzas combinadas" de las que antes hablaba.

En "el topo", Gary Oldman interpreta a un agente del servicio británico de inteligencia en edad de jubilación. Su personaje es un hombre analítico, de pocas palabras, observador y contenido. El maquillaje de Oldman es sencillamente asombroso fundamentalmente por su sencillez. Las arrugas de un hombre cansado, el color del pelo, las bolsas,etc sirven de herramientas para que Oldman regale un festival de interpretación. No hay nada especial, todo es, a priori, normal, pero si te fijas en como Oldman se levanta de un sillón, o como se pone un abrigo, o bebe un trago, y como todo esto está fotografiado, vestido, encuadrado,etc, comprendes que estás ante la combinación perfecta de esas fuerzas combinadas de las que antes hablaba. El resultado final, como película, me deja frío, pero el director hace un trabajo firme e impecable de factura que determina el trabajo de Oldman.



El caso de Meryl Streep en "La dama de hierro" es de no creer. Ver a Streep como una Margaret Tatcher anciana total, sus movimientos lentos y apagados, su mirada, su acento, su tono de voz, sus ojos….es algo impresionante. Esa mujer no tiene límites. Es algo único y, en esta ocasión, el maquillaje está a su completo servicio. Todos los maquillajes que Streep luce en las distintas etapas de la vida de Tatcher funcionan maravillosamente ayudados por una fotografía interesante, funcional pero resuelta.
Lo que no funciona nada es la dirección. No hay un mensaje claro de cual es la intención del director que confunde nerviosismo con histrionismo y que no maneja nada bien los tiempos y el ritmo interno de la película. Además, la puesta en escena es torpe y atropellada, exagerada y nada sutil pero, aunque el director se esfuerza en conseguir que dejes de verla, Streep se esfuerza en lo contrario y, solo por eso, merece la pena.